El pasado jueves 25 de septiembre se llevó a cabo la presentación del estudio Liderar hasta quebrarse: Costos Invisibles del liderazgo femenino en el Perú, un evento organizado por la Oficina para la Igualdad de Género y Diversidad de la PUCP en coordinación con Centrum Think.
En este espacio, los coautores del estudio, Beatrice Avolio, Arístides Vara y Luis Del Carpio, expusieron el alcance, la metodología, los principales hallazgos y conclusiones de su investigación. Asimismo, el evento fue inaugurado por la Dra. Mónica Bonifaz, Vicerrectora Administrativa de la PUCP, y se contó con la participación de Violeta Bermúdez y Eduardo Dargent, docentes de nuestra universidad, quienes ofrecieron sus comentarios y reflexiones sobre la problemática abordada.
El evento buscó visibilizar los costos invisibles que enfrentan las mujeres líderes en el Perú, los cuales, de manera acumulativa, limitan la permanencia, afectan el bienestar y restringen la proyección de las mujeres en posiciones de poder. Al mismo tiempo, a través del diálogo interdisciplinario, buscó motivar la reflexión académica, la formulación de políticas y la implementación de prácticas organizacionales orientadas a enfrentar esta problemática.
Mujeres en posición de liderazgo
De acuerdo con el estudio, las mujeres en posición de liderazgo son aquellas que tienen la capacidad de influir, tomar decisiones y guiar a otros en la consecución de objetivos comunes. Estos liderazgos pueden ser formales, ejercidos dentro de jerarquías organizacionales ya definidas, o informales, en situaciones donde se ejerce influencia sin un puesto jerárquico. Asimismo, pueden presentarse en distintos ámbitos como el corporativo, académico, político, social y comunitario.
Como señala Beatrice Avolio, coautora de la investigación, el liderazgo de una mujer se manifiesta no solo en su habilidad para gestionar equipos, sino también en su capacidad para inspirar, motivar, generar cambios y transformar su entorno. En ese sentido, el estudio recoge información de 271 mujeres líderes de diversos departamentos del país, considerando tanto los liderazgos formales como los informales.

“El liderazgo de una mujer se manifiesta no solo en su habilidad para gestionar equipos, sino también en su capacidad para inspirar, motivar, generar cambios y transformar su entorno”, Beatrice Avolio.
Sin embargo, los resultados revelan que los desafíos que enfrentan las mujeres líderes van mucho más allá del acceso formal a las posiciones de liderazgo, ya que este no garantiza la experiencia igualitaria del poder. El verdadero desafío radica en que puedan ejercer estos roles sin tener que pagar los costos invisibles por atreverse a desafiar las expectativas de género tradicionales.
Los costos invisibles del liderazgo femenino
El estudio identifica una serie de indicadores que revelan los gender backlash o retrocesos de género que atraviesan las mujeres en su día a día como líderes. La necesidad de sobreesforzarse o sobrecapacitarse para justificar su posición de liderazgo, las exigencias de conciliar las responsabilidades laborales con la vida familiar y las tareas de cuidado -que recaen mayoritariamente en las mujeres, por la división sexual del trabajo-, junto con las tensiones, el desgaste emocional y el estrés derivados de la presión por sostener el liderazgo, son algunos de los desafíos reportados como parte del estudio. Como resaltó Arístides Vara, “estos desgastes no se ven en los reportes de sostenibilidad de las empresas -que además se benefician de la presiones asumidas por las mujeres para sostener sus liderazgos-, pero erosionan silenciosamente la vida de las líderes”.

“Estos desgastes no se ven en los reportes de sostenibilidad de las empresas, pero erosionan silenciosamente la vida de las líderes”, Arístides Vara.

El resultado de estos costes al liderazgo femenino es lo que la investigación denomina autocancelación simbólica, un conjunto renuncias silenciosas y aparentemente voluntarias derivadas del desgaste que supone sostener su posición de liderazgo, lo que hace que muchas líderes hayan pensado al menos algunas veces en dejar sus puestos debido a su impacto emocional, que eviten postular a ascensos o asumir nuevos retos, o hayan pensado, al menos en algunas ocasiones, en abandonar su cargo o su continuidad a largo plazo. Como señala Luis Del Carpio, “esta renuncia silenciosa no equivale a falta de ambición, sino a un ajuste racional a estructuras organizacionales que no han sido diseñadas para sostener liderazgos femeninos con equidad”.

“Esta renuncia silenciosa no equivale a falta de ambición, sino a un ajuste racional a estructuras organizacionales que no han sido diseñadas para sostener liderazgos femeninos con equidad”, Luis Del Carpio.
Comprender esta problemática es clave para avanzar hacia una sociedad que cierre las brechas de género y para que las instituciones, tanto públicas como privadas, visibilicen los costos que enfrentan las mujeres líderes. Esto es fundamental en la generación de acciones que eviten la pérdida de talento y promuevan organizaciones más justas, equitativas y sostenibles.
Haz clic AQUÍ para acceder al estudio.
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